TIENDAS
Barcelona
La tienda de Barcelona se fue modelando a medida en que se iba ampliando su superficie de venta. El edificio de Passeig de Gràcia donde se encontraba está catalogado y forma parte del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de Barcelona. Fue proyectado en el año 1899 por el arquitecto Antoni Rovira i Rabassa y perteneció al pintor Ramón Casas.
En torno a los años cincuenta, el piso principal estuvo ocupado por la firma de alta costura Asunción Bastida.
Una de las ampliaciones más interesantes se produjo en el año 1985 con la anexión del piso principal del edificio A través de este espacio, donde se instaló la sección de muebles se accedía a la terraza interior de uno de los patios mejor conservados del Eixample barcelonés.
Desde allí se podía admirar con todo detalle la fachada posterior de la Pedrera de Gaudí, situada en la misma manzana.
Las zonas que en su día se destinaban a almacén, con los años se transformaron en espacios para la venta con acceso por distintas calles.
En 1973, Vinçon adaptó un espacio interior que había sido el estudio del pintor Ramón Casas para abrir un espacio expositivo que denominó La Sala Vinçon.
El hecho de que la tienda de Barcelona estuviese ubicada en un edificio protegido por su arquitectura no supuso un problema. Una adecuada y respetuosa utilización y conservación permitía que lo que en su día fuera una vivienda noble pudiera ser reutilizada para exponer los productos de Vinçon.
La tienda, tratada toda ella como un gran escaparate, se convirtió en una experiencia diferente a la que se tenía, por ejemplo, en unos grandes almacenes.
Madrid
“Hemos de admitir que Vinçon es una empresa lenta. Un pequeño repaso por su historia nos demuestra que lo que otros consiguen en poco tiempo a nosotros nos cuesta más, mucho más. Nuestra llegada a Madrid no ha sido una excepción”.
Estas palabras fueron el prólogo a la presentación de la tienda de Madrid, a los que seguían otras que relataban, con la ironía que caracteriza a la familia Amat, los avatares que tuvieron que superar desde que allá por los ochenta se plantearan abrir una tienda en esa ciudad: “Llegamos a pensar que Madrid no nos quería, hasta que un día se nos ocurrió clasificar nuestro fichero de clientes por ciudades y descubrimos con sorpresa que bastantes de ellos eran de Madrid”.
Con tenacidad e ilusión lograron instalarse en un local que satisfacía plenamente sus deseos. Se trataba de un edificio protegido en pleno barrio de Salamanca, cuya primera visión, a pesar de su estado ruinoso, enamoró a los Amat. Había sido la sede de una fábrica de platería hasta 1995, el edificio estaba emplazado en el interior de un patio de manzana, en la calle Castelló. Se cumplía así el sueño de los gestores de Vinçon de presentar su oferta en Madrid, como era el caso de Barcelona, en el marco de un edificio histórico, a fin de mostrar una visión del diseño actual a través del legado arquitectónico. La sintonía perfecta.
Al igual que en Londres, París o Nueva York los edificios industriales del centro histórico de Madrid se iban recuperado convertidos en espacios comerciales. Vinçon dio nueva vida al local, y lo hizo de la mano de los mejores profesionales con un resultado unánimemente alabado.
Vinçon Madrid era una tienda abierta, accesible y práctica, donde el público podía ver y comprar o, simplemente, ponerse al día de los nuevos productos creados para el hogar. Por toda su trayectoria Vinçon recibió en 1996 el Premio Nacional de Diseño.
La nave actual, la última que existe del conjunto original, se levantó en 1920 según el proyecto del arquitecto Gonzalo Aguado y sólo es visible desde las calles Castelló ó Jorge Juan.
A principios de siglo dicha fábrica empezó a producir su propia energía eléctrica que incluso llegó a distribuir por la zona, hasta que posteriormente este servicio pasó a manos de la Compañía Unión Eléctrica Madrileña. El Ayuntamiento de Madrid declaró este edificio de interés para la ciudad.
KITCHENÇON
Vinçon era la tienda especializada desde hace más de 60 años en todo aquello que está relacionado con la cocina, baterías, moldes, cuchillos, etc. A partir de 1980 empezó a vender mobiliario de cocina de la más alta gama.
Pronto descubrimos que existía un tipo de consumidor que lo que buscaba era una instalación no sólo para enseñar a sus vecinos y amigos, sino para disfrutar cocinando en ella. Esto además coincidía con nuestra especialidad en el apasionante arte de preparar alimentos.
A partir de ese momento replanteamos como debería ser una cocina Vinçon.
Deberíamos partir de un proyecto racional sin fantasías ni elementos inútiles, con un precio adecuado y justificable, con un plazo de fabricación correcto y con nuestra garantía.
La famosa marca que estábamos vendiendo no cumplía con todos estos requisitos, así que el siguiente paso fue desarrollar KITCHEN ÇON nuestro propio modelo de mueble utilizando los mejores componentes del mercado. Todo un éxito.
TINCÇON
Siempre en la misma manzana de Vinçon Barcelona, en 1998 se abrió al público TINC ÇON, un espacio destinado a todo aquello relacionado con el dormir: camas, colchones, armarios, etc…
Vinçon exponía en la planta alta de Passeig de Gràcia su colección de muebles para el hogar. Un día descubrimos que era muy complicado exponer una cama al lado de una mesa de comedor y un armario detrás de un sofá, así que a partir de 1998 decidimos instalar los elementos relacionados con el dormir en otro espacio completamente distinto y más neutro de lo que era nuestro piso principal.
Un espacio más íntimo donde nadie pueda sentirse incómodo si quería probar la comodidad de una cama estirándose en ella. Con una iluminación más tenue y en unos espacios similares a los que podríamos tener en nuestra casa.